Aurelia en: “Palpitando Sudáfrica 2010”

Existe una relación intensa entre el fútbol y el sexo. Esa conexión esta ligada por la pasión en función a la estética del juego. A mayor calidad en el juego, mayor nivel de excitación. Esta conjunción propicia el clímax que libera el orgasmo. Hay que diferenciar bien el objetivo. No confundir: no somos resultadistas.
El gol no encarna la penetración-nos quedaríamos a mitad de camino-encarna el orgasmo.


La estética en el juego implica: el desplazamiento en la cancha, el gambeteo al oponente, la destreza en el manejo de la pelota y lo fundamental; los toques y pases entre integrantes del mismo equipo.
El oponente es sólo un desafío. La satisfacción esta garantizada en una táctica y estrategia que implica una competencia en el reconocimiento de las propias habilidades del juego en equipo.
Actualmente el fútbol local le baja la líbido a cualquiera. Para nosotras es como ver un mal porno lleno de planos ginecológicos. El embole se da por lo artificial de la situación, la despersonalización, la falta de erotismo. El porno no calienta porque el cuerpo no es autómata, sabe que es una mentira. Me calienta el buen fútbol. La estimulación visual hoy la encuentro en el Barca. Los goles de Messi me producen excitación al ver la repetición de la goleada en tres ángulos distintos. Vivo la magia del juego. Y aunque se que el resultado se debe a que el ensemble se conoce profundamente, me queda una esperanza. El Barca no es la Selección Argentina, pero existe una mínima posibilidad de encontrar una alquimia entre los jugadores que funcione desde el primer momento... si existe la buena voluntad de entregarse al otro.


Jamón, Jamón. Bigas Luna

Olverio Girondo. Poema 12.

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