Laura en: ¡EXpléndida!


Crees que llegaste a un equilibrio. Te pensas que estás bien. Asumís que el viento sopla a tu favor. Finalmente tenes una cita con un hombre, y no digo un niño-envuelto o un jovencillo-conflictuado, sino con un H O M B R E. Te miras al espejo y tenes la falsa sensación de que estas mejor que nunca: la ropa te sienta genial, el pelo esta inmune a la humedad de Buenos Aires, los veintiocho procedimientos de belleza que van desde que saliste de la cama hasta que vas a salir a la calle funcionaron a la perfección. En una palabra, estas espléndida.

Salís. Te enconcontrás con El-Hombre. Van a un bar muy lindo. Él es interesante y divertido. Todo como te gusta. La estás pasando increíblemente. Te acordás que estas espléndida. Él es un caballero: se ofrece- a cambio de ausentarse unos minutos- traerte de la barra tu bebida favorita. Ves a tu nuevo Lancelot sumergirse en la multitud. Debe ser TU noche.

Como una premonición, suena The Clash. Alguien te toca el hombro. Escuchas un “- Neeegraaaa, ¡¿qué haces?!”. Lo primero que ves es a la Nena-De-Jardín-De-Infantes con la que está, después lo ves a él. Ahí parado, tu EX, sonriéndote y esperando que le contestes como si nada, como si tuvieras que obviar el hecho que la criatura esa que esta parada ahí a su lado, abrazándolo, hasta ayer le cambiaban los pañales. De pronto el pelo se te eriza, sentís que se te nota la panza con ese vestido, que todos los años se te vinieron encima y que al final, no estas tan espléndida. Dónde esta el monigote ese de Lancelot que te acompaña cuando lo necesitas, ¿por qué tarda tanto?. Pensas que estás teniendo una conversación civilizada, pero en lo único que estas pensando es en cometer un homicidio a sangre fría, ahí mismo. Los enemigos saludan y se esfuman en medio de la multitud.

Ya te cagaron la noche. El-Hombre-Monigote-De-Lancelot te invita a su casa. Vos estas despechada y vas. Todo se vuelve una tabla comparativa entre el participante y tu EX. No esta mal… pero tampoco está bien… No está bien porque él- básicamente- no es tu EX. Como me dijo una amiga “No estoy enojada con todos los hombres, solo con los que se acostaban conmigo y ahora no se quieren acostar más”. Te vestís y no le haces ninguna promesa que sabes que no vas a cumplir; ¿cómo lo sabes?: lo sabes porque estás EXpléndida.


[ Foto: Dressed to kill, de Brian De Palma ]

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