Aurelia en: Pantone de colores


Mi amigo el psiquiatra me dijo que ya sabe como viene la mano: si conoce a una chica y quedan para verse cada 15 días, la relación dura tres meses. Si da para encontrarse una vez por semana, le dura un mes.
No puedo comprender si la tiene muy clara o si es un desastre. Pero como es mi amigo, confío en su criterio.
Todavía no me puse a pensar en qué situación estoy con Ramiro, un promedio de 10 diez días, si sacamos la cuenta, casi nada. Sólo que particularmente, en este momento, no me preocupa. Quizás ya aprendí a no morirme de ansiedad, hace unos años caminaba por las paredes por cada desilusión amorosa, canalizaba tejiendo un acolchado en macramé. No sé si estoy perdiendo mi capacidad creativa o me estoy volviendo más realista. Voy a tirar una bomba atómica: creo que no busco enamorarme.
Me acuerdo hace un par de años atrás, después de una situación de angustia, cuando le dije a mi terapeuta que lo que deseaba era que "un hombre me quisiera", ser querida. Supongo que encima como me crié sin una figura paterna, eso tiene una densidad importante. Qué pasó en ese momento que sentía una tremenda falta, casi no lo recuerdo, creo que me había ido muy mal en cada emprendimiento donde había apostado el alma. No tenía con qué sostenerme. Y basta con una mirada de ésas, que te atraviesan el corazón, para volver a tener ganas de recoger los cachitos y pegarlos con engrudo.
Ahora estoy recompuesta. Me llevó un poco más de tiempo que si hubiera encontrado a esa mirada amorosa que estaba necesitando. Pero supongo que lo importante es que lo conseguí.
No siento que me falta mucho, que me hace falta nada. Puedo percibir el futuro de una amplia gama de colores posibles. Y Ramiro, por suerte, no me apura a definirlo.

0 Response to "Aurelia en: Pantone de colores"

Publicar un comentario